Tuesday, April 12, 2005

El Papa vuelve con la Madre

He pasado más de una semana en Roma. Fui invitado por Bertini, el albino.

Un gorrión viejo y sabio, muy raro en nuestra especie.

Se acercaba el momento de la vuelta de Juan Pablo II a la Madre Naturaleza y me pidió que le acompañara.

Bertini reside en el castillo de Sant'Angelo, desde donde disfruta de unas vistas excepcionales de la capital italiana.

Podríamos considerarlo un sibarita en toda regla.

Cuando el sábado a la 21hs el Papa emprendió el viaje, nosotros avanzamos sobre la muchedumbre y entre el ruido de las campanas para recuperar el halo, el alma, y llevarla a la Pradera de los Amaneceres de Oro, más allá de las Cumbres Nubladas.

Estábamos los dos felices, no sólo por poder llevar un nuevo alma plena a la Pradera, sino porque el número diario de viajes hasta allí desde todo el mundo había superado por primera vez los 7 diarios.

Dentro de poco los gorriones no daremos abasto. Habrá que pedir urgentemente que la Madre vaya incrementando nuestra estirpe.